domingo, 3 de julio de 2011

EL INDIVIDUALISMO EN LA MASA SOCIAL


12 DE NOVIEMBRE DEL 2004


En la actualidad el espíritu del individualismo nos invade. Para sobrevivir cada cual en soledad, debe luchar entre la gran competencia existente en este mundo materialista y economicista en el que vivimos.

Socialmente existe una lucha clandestina por la posesión de poder totalmente vinculada a la posesión material- a lo económico- que se enfrenta a una ética y a unos valores en constante evolución y cambio.
El concepto de poder mayoritariamente se relaciona con los representantes políticos, con el estatus de una clase que se hereda, con los individuos que forman una esfera superior y tienen el poder económico, además de la toma de decisiones que pueden influir a los estratos inferiores de una sociedad, a su modo de vida y valores.
Es en ese estrato superior donde se facilita la inversión hacia el progreso, pero que no podría llevarse acabo, sin la fuerza de trabajo que brindan de forma subordinada los estratos más bajos. Esa clase de trabajadores de todo tipo, que entran sin rechistar en el círculo vicioso de las relaciones de  mercado, siendo elementos primordiales para la oferta y la demanda, pero sobretodo en el consumo.
Y es que somos nosotros, los menos favorecidos por este sistema capitalista, los que interiorizamos con mayor facilidad los valores y las tendencias impuestas de nuestros "superiores", que si algún triunfo han conseguido es el de conseguir nuestra total fragmentación como colectivo.
Hoy en día ni siquiera tenemos el concepto de clase, la relativa sensación de satisfacción que nos crea el tener acceso a lo material- a duras penas- y poseer las novedades tecnológicas nos es suficiente. Cerramos los ojos a las grandes desigualdades existentes mientras podamos seguir consumiendo y tengamos nuestras necesidades mínimas cubiertas.
En conclusión, todos los estratos sociales tienen una importante función a través de su dinámica hacia el mantenimiento del constante y acelerado progreso que caracteriza a nuestras sociedades avanzadas.
Pero esa función no se mide a través del esfuerzo, ni se tasa equitativamente. Es cierto que para que los componentes de los estratos subordinados el esfuerzo que supone poder beneficiarse del progreso sean infinitamente superior, y esto es debido a que el acceso a los recursos no es igual para todos los componentes de una sociedad. Y el problema se encuentra en que las relaciones de intercambio en las funciones entre los estratos no son equitativas, ni se remuneran en función de la importancia de la labor.
La gran masa social que forman los estratos que siguen a la clase dominante son los elementos fundamentales del mantenimiento del sistema económico capitalista, significan la fuerza de trabajo y la capacidad hacia la creación de productos y a su vez, el consumo que genera la demanda de esos productos.
Encuentro absurdo ir en contra del propio sistema que ellos mismos difunden, pero antetodo consentir que una gran parte de la población empobrezca como consecuencia de la gran diferencia entre el coste de vida y los sueldos precarios que cada vez son más frecuentes.

Conchi Gil

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